CIRUGÍA ONCOLÓGICA Y MÍNIMAMENTE INVASIVA
La cirugía mínimamente invasiva consiste en la realización de procedimientos quirúrgicos con mínimas incisiones o a través de orificios naturales como la uretra, lo cual ofrece ventajas tales como un menor dolor postoperatorio, un menor sangrado, una mejor visualización de los tejidos, y una recuperación más rápida. Este tipo de procedimiento permite tratar diferentes patologías tales como el cáncer de próstata, los tumores renales, el crecimiento benigno de la próstata (hiperplasia prostática), y los cálculos renales.
Los siguientes son los procedimientos mínimamente invasivos realizados rutinariamente por el Dr. Gaona:
Es un procedimiento bajo anestesia general que se realiza para extirpar la próstata en pacientes con cáncer de próstata no metastásico. Consiste en hacer pequeñas incisiones en el abdomen, a través de las cuales se introducen varios tubos de acceso (llamados trócares) que permiten el ingreso de instrumentos quirúrgicos a la cavidad abdominal. Durante el procedimiento a menudo deben removerse los ganglios linfáticos que se encuentran a nivel de la pelvis.
Las ventajas de la prostatectomía radical laparoscópica frente a la cirugía abierta convencional son un menor sangrado, menor dolor, menor riesgo de tromboembolismo, menor riesgo de estrechez del cuello de la vejiga, y convalecencia más corta.
En el año 2009, el el Dr. Gaona y el grupo de urología del Instituto Uromédica y la Clínica Chicamocha recibieron una mención de honor por parte de la Sociedad Colombiana de Urología como reconocimiento a la experiencia presentada con las primeras 147 prostatectomías radicales laparoscópicas. La experiencia acumulada hasta ahora es de más de 500 casos, siendo una de las más grandes de Colombia.
En el año 2020, el Dr Gaona y su Grupo de Investigación recibieron premio nacional a mejor trabajo científico durante el Congreso Nacional de Urología debido a su estudio titulado “Prostatectomía radical por laparoscópica con preservación del plejo venoso dorsal y de la fascia endopélvica. Seguimiento a un año”. En dicho estudio se describió la novedosa técnica usada por el Dr Gaona durante la prostatectomía radical, encaminada a reducir drásticamente la probabilidad de que el paciente tenga incontinencia después del procedimiento.
Se practica con el fin de extraer tumores renales menores de 7 cm de diámetro sin tener que extraer el riñón. A través de pequeñas incisiones abdominales se colocan varios tubos de acceso (trócares) a través de los cuales se pueden introducir diferentes instrumentos que permiten la adecuada extirpación del tumor. Requiere anestesia general. A diferencia de la cirugía abierta tradicional, permite un menor dolor postoperatorio, un menor sangrado, y una convalecencia más corta.
Consiste en la extirpación completa del riñón. Se emplea en casos de tumores mayores de 7 cm de diámetro o cuando el riñón presenta un severo daño en su funcionamiento. Se practica por vía laparoscópica: mediante pequeñas incisiones en el abdomen se colocan tubos de acceso (trócares) a través de los cuales se lleva a cabo la disección del riñón. El riñón al final del procedimiento se extrae mediante una pequeña incisión en la parte baja del abdomen. Requiere anestesia general. En comparación con la cirugía abierta tradicional, permite menor sangrado, menor dolor postoperatorio y una convalecencia más corta.
El Dr. Gaona acumula una de las experiencias más grandes de Colombia con este tipo de cirugía.
Es la extirpación de la glándula suprarrenal, generalmente debida a tumores benignos o malignos que en ocasiones son productores de hormonas. Se lleva a cabo por vía laparoscópica, es decir, mediante pequeñas incisiones en la piel que permiten el acceso a la cavidad abdominal. El abordaje laparoscópico se acompaña de un menor dolor postoperatorio, un menor sangrado y una recuperación más rápida.
El Dr. Gaona acumula una de las experiencias más grandes de Colombia con este tipo de cirugía.
Es la ruptura de cálculos localizados en la vejiga, el uréter o el riñón mediante el empleo de una fibra de láser holmium. Se lleva a cabo introduciendo el instrumental a través de la uretra, sin necesidad de heridas. Requiere anestesia general y es generalmente ambulatoria. Para poder llegar hasta el riñón suele emplearse un aparato llamado ureteroscopio flexible. A diferencia de las cirugías abiertas antiguas, se trata de un procedimiento sin heridas, ambulatorio, con rápida recuperación.
Consiste en la extirpación del tejido prostático que produce dificultad para orinar (hiperplasia prostática benigna). Se realiza a través de la uretra. Se introduce una fibra láser (tulium) que produce una vaporización de las partes de la próstata que estén ocasionando obstrucción. Permite menor sangrado y una recuperación más corta, en comparación con otras técnicas usadas para tratar el crecimiento de la próstata